Algo se siente extraño y... fuera de lugar. Como si quisieras estar haciendo algo y no lo estuvieras haciendo, o no quisieras hacer algo y sí lo estuvieras haciendo. Estás callada como si te estuvieras guardando algo, y a la vez sentís que hablás demasiado. Qué es eso, vos, la que hace rato que no me escuchaba? Qué parte de vos no se está dejando llevar?
Ahora que estamos en buenos términos, cuando me entere te aviso.
Atte,
Tu cerebro.
1 comentarios:
Permiso, yo quiero divagar un poco sobre los cerebros y la relación con el mio.
Nunca nos llevamos bien en realidad, tiene una falta casi total de conexión con el resto de mi cuerpo y no siempre piensa lo que quisiera que piense, así que un día decidimos arreglar nuestras diferencias, "pensamos" en varias posibilidades, pero la que resultaba mas satisfactoria para los dos (separarnos), no era físicamente viable (aunque después de haber visto a algunas personas no estoy tan seguro), así que un día me planteo la posibilidad de hacer un contrato y me pareció mas que correcto (las palabras se las lleva el viento y no hay nada mas volátil que la palabra de un cerebro). Me dijo hagamos un contrato y dije está bien. Escribió la palabra "contrato" y la remarco. Pará, no puede decir sólo "contrato", contrato de que va a ser, le pregunte? de algo en especial?.
Entonces me dio la razón en silencio y anotó: Contrato de algo en especial.
Ahí fue cuando entendí la verdad de mi relación con mi cerebro, la verdad es eso que te explota en la cabeza o en una lapicera cuando todo reposa sobre el equilibrio de una irrealidad que amanece a tientas para, de repente y en contra toda idea, ser.
Saludos.
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