Es que a la vez, buscar significa esperar encontrar, y supongo que dar, también a veces es querer recibir. El altruismo? Sí, existe; cuando uno da algo, no está esperando recibir a cambio lo mismo en toda situación, pero también existe algo, de hecho, un término legal, que se llama
"ingratitud del donatario". Cuando uno da algo, dona, por decirlo así, una parte de sí mismo (puede ser tanto confianza, cariño, amor, como un pedazo de tu propia alma), no lo hace esperando que te den lo mismo, pero hay un tema (llamalo código, consciencia, respeto, o como quieras) que marca un límite. Hay un mínimo que uno necesita para no sentir que das una mano y te arrancan el brazo, y ese límite, en mí, se llama lealtad. Uno puede (o por lo menos, yo puedo) entender uno y mil errores, equivocaciones, pifias, metidas de gamba hasta el fondo... si vienen con su debido arrepentimiento, y una promesa (que no necesariamente tiene que ser siempre cumplida, pero en el momento por lo menos tiene que ser dicha con honestidad) de cambio de actitud, de 'no lo voy a hacer más', de 'me equivoqué, no va a volver a pasar', de...
'no te quise lastimar'. Si eso está, yo estoy dispuesta a aceptar que me clavaron un puñal en la espalda por error, que lo retorcieron porque no se dieron cuenta, que lo sacaron y me dejaron sangrando porque no me vieron ahí. Pero cuando me veas internada, y te pida una mano... me vas a desconectar los cables diciendo que es lo correcto? Soy consciente de que en su momento además de dar, recibí, pero... Es justo que siendo perfectamente conscientes de ello, y sin un ápice de culpabilidad, me lastimen sólo porque es gratis? Me lo merezco? Hice algo para ganármelo? Y, la verdad... creo que no.
Y yo ahora, siento que ese límite entre lo aceptable y lo inaceptable fue superado con creces. Y entonces, metiéndome el cariño enorme que llegué a sentir en dónde me quepa, y con las mismas ganas que tendría de arrancarme una pierna, pero la misma decisión que si esta tuviera gangrena, saco mi mano de la fosa de los cocodrilos y, sin más parafernalia, me voy.
Así que sí, voy a hacer lo que considero simplemente justo. Me llevo el pedazo de alma que te había dado con tanta confianza, y también me llevo mi confianza para dársela a alguien que no la vaya a traicionar tan fácilmente. La razón dicta un veredicto, y no puedo (ni termino de querer, ni voy a) hacer algo para cambiarlo.
Se revoca la donación por ingratitud del donatario.
